1. Edad
Al igual que la piel, el pelo también se ve afectado por el envejecimiento. Con el paso del tiempo, la hebra capilar se afina y se debilita, volviéndose más propensa a la caída y el quiebre.
Si bien esta es una condición normal por la que, tarde o temprano, pasaremos, cuando se torna un problema severo puede tratarse de alopecia involutiva o senil. Esta está genéticamente determinada y deriva en una calvicie notoria.
2. Cambios hormonales
Los cambios hormonales producidos por, por ejemplo, las pastillas anticonceptivas, un embarazo o la menopausia pueden ser causas importantes en la caída del cabello en mujeres. También es normal que en el post parto se caiga bastante, pero luego de unos meses se vuelve a recuperar. Cada cuerpo es distinto, por lo que el tiempo varía. Ante cualquier duda siempre es mejor hablar con un profesional de la salud.
3. Caída de cabello por estrés
El efecto del estrés en el pelo puede manifestarse de diversos modos: quiebre, cuero cabelludo seco, raíces grasas, pelo seco y, por supuesto, caída. Cuando nos encontramos en situaciones complicadas que nos producen mucho estrés, el cabello puede caerse a montones. No hay una solución especial para esto más que esperar a que pase la tormenta, o crearse espacios de relajación que ayuden a calmar el estrés. ¿Ideas? Un baño de inmersión, una sesión de yoga, un masaje capilar, estar en contacto con la naturaleza… Cada uno encontrará aquello que le devuelva la paz interior.
4. Alimentación deficiente
La insuficiencia de algunas vitaminas y minerales dentro de la dieta pueden contribuir a la caída del cabello, ya que el organismo no cuenta con los nutrientes necesarios para fomentar la regeneración y el fortalecimiento capilar.
Si a tu alimentación le falta proteína (el principal componente del pelo) es posible que notes caída. La proteína se puede encontrar en las carnes, las legumbres y los lácteos. Si no consumís alguna de estas cosas, consultá primero con una nutricionista para que te diseñe una dieta balanceada o te indique suplementos.
La anemia es la deficiencia de hierro y es un problema recurrente en muchas mujeres. Al igual que con la falta de proteínas, esto puede causar la caída del cabello, pero se soluciona en la mayoría de los casos con un suplemento de hierro recetado por el médico.
5. Medicamentos
Algunos medicamentos como los antidepresivos, pueden ocasionar la pérdida del pelo, también puede ser el caso del ibuprofeno o remedios anticoagulantes. Ante cualquier duda o síntomas extraños, consultar siempre con un médico.
6. Enfermedades
Lejos de ser una problemática aislada, la caída del cabello también puede ser el resultado de otros trastornos de salud como la psoriasis, dermatitis seborreica, hipotiroidismo, diabetes, anemia, cáncer, entre otras. Cada afección tiene una causa y un tratamiento diferente, por lo que es imprescindible consultar con un especialista antes de iniciar cualquier tratamiento.
7. Prácticas de estilizado agresivas
A este trastorno se le conoce como alopecia traumática y está asociada a las prácticas de peinado como tirones fuertes, exposición frecuente al calor o sustancias químicas empleadas para realizar decoloraciones, coloraciones y otros tratamientos que alteran la estructura capilar.
Por otro lado, llevar siempre peinados demasiado apretados durante períodos prolongados también puede provocar caída por tracción.
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